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En 2013, escribí un blog comparando el costo y la nutrición de diferentes aceites vegetales. Ese blog fue compartido recientemente por un medio nacional y recibió mucha atención. Como resultado, recibimos muchas preguntas relacionadas con qué tipo de grasa o aceite es mejor usar, así que pensamos que era hora de escribir otro blog sobre ese tema.
Cuando se habla de grasas y aceites, es útil definir cada término. Las grasas sólidas son grasas que son sólidas a temperatura ambiente, como la mantequilla o la manteca de cerdo. Las grasas sólidas provienen principalmente de alimentos de origen animal. Los aceites son grasas líquidas a temperatura ambiente, como el aceite de canola o de oliva. Los aceites provienen de muchas plantas diferentes y del pescado. Sin embargo, los aceites de coco, palma y palmiste (aceites tropicales) son sólidos a temperatura ambiente porque tienen altas cantidades de ácidos grasos saturados. Por lo tanto, se clasifican como una grasa sólida en lugar de como un aceite.
Todas las grasas y aceites son una mezcla de ácidos grasos saturados y ácidos grasos insaturados (monoinsaturados y poliinsaturados). Las grasas sólidas contienen más grasas saturadas y/o grasas trans que los aceites. Las grasas saturadas y las grasas trans tienden a elevar los niveles de colesterol LDL en la sangre, lo que a su vez aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Aquí hay una tabla que muestra las diferentes cantidades de ácidos grasos saturados e insaturados en diferentes tipos de grasas sólidas y aceites.
*Información de la Central de Datos de Alimentos del USDA https://fdc.nal.usda.gov/
Últimamente ha habido algunas investigaciones que han llevado a algunas personas a creer que las grasas saturadas no son tan dañinas como se pensaba. Junto con eso, el aceite de coco se promociona ampliamente por tener muchos beneficios para la salud. Sin embargo, en julio de 2017, la Asociación Americana del Corazón emitió un aviso en el que recomendaba no usar aceite de coco. El análisis de más de 100 estudios de investigación publicados reafirmó que las grasas saturadas aumentan el colesterol LDL. Además, siete ensayos controlados mostraron que el aceite de coco elevó los niveles de LDL.
Para saber cuánto aceite se recomienda para usted, visite https://www.choosemyplate.gov/oils. Actualmente, la mayoría de los estadounidenses comen más grasas sólidas de lo recomendado y consumen menos aceites de los recomendados. Por lo tanto, las Pautas Dietéticas para los Estadounidenses de 2015 recomiendan cambiar las grasas sólidas por los aceites. Esto incluye el uso de aceites (excepto los aceites tropicales como el aceite de coco) en lugar de grasas sólidas al cocinar. Y aumentar la ingesta de alimentos que contienen aceites de forma natural, como los mariscos y los frutos secos, en lugar de algunas carnes y aves. ¡Esta semana, para una cena, podría considerar hacer el salmón a la parrilla que Justine compartió a principios de mes!