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Si tienes un hijo en la escuela, es probable que escuches mucha preocupación por las alergias alimentarias y la protección de los niños de la exposición a su alérgeno. Las personas pueden desarrollar alergias a muchos tipos de alimentos. Sin embargo, ocho alimentos son los alérgenos más comunes. Entre ellos se encuentran:
- Leche
- Huevos
- Cacahuetes
- Frutos secos (nueces, almendras, piñones, nueces de Brasil y nueces pecanas)
- Soja
- Trigo y otros cereales con gluten (cebada, centeno, avena)
- Pescado
- Marisco
Las alergias pueden ser aterradoras, especialmente para los niños que tienen menos probabilidades de saber qué hay en su comida. Aprender a leer la etiqueta de un alimento para detectar alérgenos puede ayudarte a sentirte más en control. Estos son algunos pasos a seguir para revisar la etiqueta de un alimento en busca de un alérgeno común.
- Revisa la lista de ingredientes en el paquete. Revisa la lista en busca del alérgeno. A veces, el fabricante incluso lo resaltará con un texto en negrita más grande.
- A veces, un ingrediente se enumera con un nombre poco común. Por ejemplo, una etiqueta puede decir ‘Albumin’. Esto es parte de un huevo y a menudo incluirá la palabra ‘huevo’ entre paréntesis, ya que el huevo es un alérgeno común.
- En la parte inferior de la lista de ingredientes, puede haber una declaración que mencione los alérgenos comunes en ese producto. Por ejemplo: ‘Contiene: leche, huevos y soja
- Por último, es posible que un producto no incluya un alérgeno en su lista de ingredientes, sino que se procesa en equipos que también procesan un alérgeno común. En este caso, el fabricante puede incluir una declaración como esta. ‘Procesado en una instalación que también procesa cacahuetes y frutos secos». Esto permite al consumidor saber que existe el riesgo de que pequeñas partículas residuales de ese alérgeno estén en el producto de forma involuntaria.
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